ONDINA OFENDIDA

No me acuerdo de nada. Qué hago yo en este antro? Qué hago vestida como una cualquiera? Qué hago atada como una perra siguiendo a este cabrón que tira de la correa? No me lo puedo creer! Entramos en una habitación que podría ser la peor pesadilla de un decorador. La luz roja, muy tenue, domina el ambiente. Un espejo inmenso en el techo me produce una extraña sensación de ingravidez. Cortinas y sábanas, a juego, parecen trofeos del último gran cazador. Por Dios, qué horterada! Por qué no puedo largarme de este mal sueño?
- Venga, zorra, no te podrás resistir!
Esta voz! La conozco! Sé quién es! El camionero hijo de puta!
..... ...... ....... ........ .......

- Hola guapa! Te llevo?
- Voy a San Antonio, si le viene de camino...
- Allá voy! Sube bomboncito!
El sol justiciero funde las piedras. Hace una hora que partieron y la cabina del camión es una sauna. El camionero no deja de mirar los tiernos muslos de su pasajera, sudoroso y babeante. La autoestopista empieza a arrepentirse del viaje, pero espera dominar la situación.
- No tengo aire acondicionado, pero si quieres puedes quitarte la blusa. Sin vergüenza
- No, gracias. Voy bien así!
- Llevabas mucho rato esperando, preciosa?
- Algo, sí.
- Yo soy un buen masajista. Ya sabes, si quieres..
La cosa va de mal en peor, sólo un golpe de suerte puede solucionar la situación. Y la suerte existe.
- Mire, una fuente! Por favor, paremos a beber. El agua debe estar fresquísima.
La chica no entiende el significado del gesto del camionero, pero el camión se para delante de la fuente. Un oasis en el páramo.
- Aprovecharé para llenar la garrafa. Tú refréscate mientras tanto.
Ha valido la pena. Qué buena que está el agua! No hay mal que por bien no venga! De pronto, por sorpresa, es hecha prisionera. Un camionero babeante presiona sus nalgas con la bragueta, mientras oprime con fuerza sus pechos.
- Qué buena que estás!
Hasta aquí hemos llegado! Una cosa es aguantar insinuaciones y otra tener que soportar su tacto seboso. Con dificultad consigue desembarazarse del agresor. Por suerte es más rápida.
- Tendría que matarte, hijoputa!
- Piénsatelo bien, nena! Pasa poca gente por aquí!
Ella ya se aleja caminando, pero se gira y tira una moneda a los pies del calenturiento conductor. Un corte de mangas y una propuesta.
- Tírala a la fuente y pide un deseo, mamonazo! A lo mejor sale una ondina y te la menea!
......... ......... ........... ........... ...........

Yo con este asqueroso! Atada a su correa y vestida como una cualquiera! No me lo puedo creer, me esta desnudando! Pero lo más increíble es que le dejo. Me da asco, pero le dejo. Sin querer empiezo a tocarle, no me puedo resistir. Me está lamiendo el cuello, me besa en el oído, me susurra.
- Si tienes algún deseo, tira una moneda a la fuente, preciosa. Funciona!