Silent Room

Por fin se apagó la luz. Ya era hora! Estoy hasta las narices de cargar siempre con la misma canción: “ Moooovie Record..... Na,na,na,na,naa,na...na,na,na,na,na,na,na,na”. Es la banda sonora de todas las películas. Si me preguntan qué recuerdo de la última vez que vine, la respuesta es automática: “ Moooovie Record..... Na,na,na,na,naa,na...na,na,na,na,na,na,na,na”. Me he tragado a una pareja eligiendo lavabo, con una cara de felicidad casi metafísica. El vendedor parecía el capellán que tenía que casarlos. Ya me los imagino sentándose uno en el bidet y la otra en la taza del water cuando el sacerdote pronuncia esa frase que todo el mundo espera: “ Podéis sentaros!”. Señor! Los demás anuncios han estado a la altura. I la cosa se ha hecho eterna!
Yo ya no quería venir, pero ella insistió. Y cuando ella insiste...... Cuando ella insiste yo sería capaz de ir hasta la luna, y girarla para enseñarle su cara oculta. Bah! Dejaré de banda todo lo que me saca de quicio y me concentraré en la peli. “ Silent Room“, echan. Subtitulada. Director eslovaco. Abróchense los cinturones!

- Te gustó, cariño? – me pregunta a la salida.
- Fantástica! Qué sensibilidad! – contesto, encendiendo un cigarrillo.

La verdad es que no he entendido nada en absoluto. Para denunciar al director. Tortura moral se le llama a eso. Dos horas y media de tedio que se perderán en la nada. Todo se difumina. Todo? Y un carajo! “ Moooovie Record..... Na,na,na,na,naa,na....na,na,na,na,na,na,na,na”.